Gestionar el talento en la empresa es una actividad que engloba numerosas acciones para descubrir, tener y desarrollar a los empleados más talentosos que se encuentren en el mercado de trabajo.
A finales de los años 90, McKinsey & Company promovió el término “gestión de talento”, después de diversos estudios sobre recursos humanos. Este concepto comenzó a conocerse gracias a David Watkins, de la empresa Softscape, que lo utilizó en uno de sus artículos en 1998, logrando gran influencia a nivel mundial.
De acuerdo a John Chambers, presidente de Cisco, un solo ingeniero de clase mundial con cinco colegas, puede producir más que 200 ingenieros comunes.
Esta realidad demostró que gestionar el talento, es decir, reclutar, preparar y desarrollar a los mejores elementos que es posible encontrar, hace una empresa más productiva y rentable.
Ed Michaels, Helen Handfield-Jones y Beth Axelrod, publicaron en 2001 el libro “War for Talent” (La Guerra por el Talento), donde determinan que la gestión de talento tiene una importancia estratégica decisiva para las empresas.
Debido a sus beneficios, los procesos de gestión de talento han aumentado en las organizaciones más desarrolladas desde finales de los 90 y, actualmente, cada vez más organizaciones se enfocan en esta forma de administrar a su activo más importante: sus empleados.
Algunos descubrimientos de las compañías al gestionar talento son:
Las organizaciones que se concentran en desarrollar sus recursos humanos intercalando planes y procesos que les permiten una gestión más precisa, con algo de control, se basan principalmente en poner en marcha mecanismos necesarios para la búsqueda, atracción y reclutamiento efectivo de candidatos con perfiles competitivos; definir salarios que marquen la diferencia respecto a la competencia; generar oportunidades de capacitación y crecimiento en todos los niveles.
Otras acciones básicas implican establecer procesos que contemplen la gestión del desempeño individual, con participación de mandos intermedios; planificar e implementar programas de retención; gestionar ascensos, rotación y movilidad desde políticas conciliadoras.
En 1920, el mundo de la empresa era muy diferente al de hoy. Solamente 17 por ciento de los puestos de trabajo necesitaban habilidades intelectuales. El salario es otro de los elementos que ha cambiado drásticamente.
Al final de los 90, la guerra por el talento era evidente. Aumentos, bonificaciones y ofertas eran la estrategia para atraer y retener candidatos, quitándoselos a la competencia. Hoy en día, el talento se entiende como la base de la productividad sostenible. La guerra sigue, mas solamente quienes entiendan la necesidad de integrar la gestión de talento a su estrategia de negocio, logrará ganar valor.
La gestión del talento es un reto para las empresas. Cuando se quiere llevar a cabo una gestión del talento eficiente, seguir teorías preconcebidas no es lo más aconsejable. Algunos de los mitos que más pueden perjudicar son:
Algunas estrategias para lograrlo implican:
Al invertir estratégicamente en el talento, las empresas serán más rentables. Así lo indican la consultora BCG y la Federación Mundial de Asociaciones de Gestión de Personas (WFPMA) en su estudio sobre “Creating People Advantage”. En esta investigación prueban que existe una estrecha relación entre las prácticas de gestión de personas y los resultados empresariales.
Concluyen que las prácticas de gestión de personal más recomendables son:
Con estos descubrimientos, podrás comprender que alcanzar objetivos en la empresa depende de las personas y las habilidades. El gestionar a los empleados talentosos es una clave para conseguir metas, ya que se relaciona mucho con la manera en que los trabajadores perciben que su empresa los valora.
Motivar es importante porque hace que los empleados estén a gusto con sus funciones; es la manera ideal de combinar esfuerzos con la empresa mediante las habilidades y genera compromiso.
Algunas técnicas para motivar, partiendo de la base de ofrecer un salario justo, son generar conexión emocional, reconocimiento y retroalimentación positiva con el empleado.
Ofrecer oportunidades atractivas dentro de la organización y condiciones de trabajo adecuadas generarán satisfacción en los trabajadores.
La formación y comunicación con el personal, permitir la participación activa del empleado, buenos salarios y horarios adecuados son los principales motivantes. Así se crea un entorno laboral satisfactorio que permitirá cumplir metas de producción.
Conoce a través de la siguiente infografía cómo gestionar mejor el talento en tu empresa.