¿Alguna vez te ha tocado ver que una persona vive enfrente de su computadora todo el día y no terminan sus actividades?, es más, parece que se le acumula y siempre están bajo estrés.
Luego se tiene a otras personas que parece que no trabajan, pero terminan todo y es como si hubiera echo magia. Te has preguntado ¿cómo lo hacen? Esto es gracias a la productividad.
Estar ocupado no necesariamente significa ser productivo. Ambos términos suelen confundirse, pero en realidad no son sinónimos y hoy te ayudaremos a ver las diferencias.
Simplemente, una persona ocupada suele hacer varias cosas a la vez. Una persona productiva se centra en una sola.
Lo sabemos, parece algo complicado de creer, pero estar haciendo tareas y actividades constantemente no quiere decir que seas productivo. Sigue leyendo para saber por qué.
Una persona productiva tiene pocas prioridades, mientras que las personas ocupadas tienen más de las que pueden abarcar. Para una persona que se concentra en una sola tarea a la vez y dedica en su cumplimiento mejora su rendimiento. Al finalizar, comenzará a realizar otra y de este modo podrá alcanzar sus metas del día durante si horario laboral.
El descanso es de gran importancia ya que repones energías y continuas con el trabajo del día hasta terminar. Una persona productiva lo sabe y se pone tiempos para descansar, lo cual suele hacerse al terminar una tarea.
Una persona eficiente sabe decir “no”, analiza el trabajo que le están proponiendo y su tiempo para saber si puede cumplir. Mientras a su contrario siempre dirá “si” inmediatamente sin considerar nada.
La disciplina es importante, ya que una persona ocupada se distrae con frecuencia, es más, siempre se quejan acerca de que no tienen tiempo para nada. En tanto, una persona productiva pone horarios, saben hacerse un tiempo para lo que es realmente importante.
Antes que nada, se debe de saber a dónde se quiere llegar y así establecer el camino más adecuado para estimular la productividad.
Para algunas personas es complicado la administración adecuada de tiempo y recursos para realizar actividades, para ello se pueden ayudar numerosas herramientas orientadas a la definición de metas y objetivos:
S.M.A.R.T: Consta de una metodología práctica cuya finalidad es establecer metas y objetivos específicos, mensurables, alcanzables y relevantes.
OKRS: Acrónimo de Objetivos y Resultados Claves —Objectives and Key Results—, consiste en un sistema relacionado con la cultura enfocada a los resultados permitiendo así, la traducción de los objetivos a metas.
BSC: Conocido como Balanced Scorecard, es una herramienta utilizada para fines de gestión estratégica cuya aplicación básica consta de la medida del desempeño, análisis de los objetivos, indicadores e iniciativas estratégicas.
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