Los dueños o directores de empresa muchas veces están evaluando cómo hacer más eficiente la producción de su empresa. Existen diferentes opciones y la metodología Agile es una de ellas.
Una cultura ágil comenzó a extenderse en las industrias gracias a la metodología Agile. Los entornos de negocio son complejos y cambiantes. Nuevos competidores, la tecnología, las regulaciones cambiantes… Todo esto causó que se buscara una nueva forma de trabajar.
La propuesta de Agile, que significa ser capaz de adaptarse al cambio, es reducir la complejidad y enfocarse en generar productos y servicios que respondan a las necesidades de los clientes.
Esta herramienta busca transformar la manera de trabajar adoptando metodologías de trabajo que han revolucionado las Start Ups o las empresas de desarrollo de software. La idea es adoptar su manera de hacer las cosas.
Mediante la palabra mágica Agile, se pretende acelerar la velocidad de acceso al mercado, potenciar la innovación y aumentar la productividad de los equipos.
Principalmente, Agile saca a la gente de su espacio funcional para ponerla a trabajar en equipos multidisciplinarios, auto-gestionados y enfocados en el cliente.
Las empresas que aplican Agile fomentan la autonomía y promueven el compromiso de sus empleados. Al trabajar en reuniones cortas llamadas sprints, dan valor a los clientes y se dan retroalimentación constante.
Basado en un proceso que ayuda a los equipos a proporcionar respuestas rápidas e impredecibles ante los comentarios que reciben sobre su proyecto, la metodología Agile crea oportunidades para evaluar la dirección de un proyecto durante un ciclo de desarrollo.
Claro que, ante todo, es necesario aprender qué significa trabajar de una manera ágil y esto llevará a realizar un cambio en la cultura de la organización. Sin embargo, hay que entender en qué condiciones funciona Agile y en cuáles no, probando en proyectos pequeños para promover la metodología.
Este poderoso proceso ayuda a las empresas a diseñar y construir el producto adecuado de una manera beneficiosa porque ayuda a analizar y mejorar el producto a lo largo de su desarrollo. Así, las empresas de software, por ejemplo, generan un producto de gran valor para mantener la competitividad.
Un pequeño grupo de personas diseñó en 2001 el manifiesto Ágil, después de vivir la frustración por el enfoque tradicional para gestionar proyectos.
Hay dos componentes de la metodología Agile: el Manifiesto Agile y los Principios Agile. Más que reglas, ofrecen una guía que cada empresa puede seguir en mayor o menor grado.
MANIFIESTO AGILE
12 PRINCIPIOS DE DESARROLLO DE SOFTWARE AGIL
Las metodologías ágiles pueden consistir en:
Scrum es una de las mejores herramientas de metodología Agile. Su enfoque se centra en implementar ciclos cortos e iterativos, sprints, que garantizan una mejora constante, aprendizaje rápido y retroalimentación del cliente.
El equipo Scrum consiste en un Product Owner, un Development Team y un Scrum Master.
Los equipos Scrum son auto-organizados (ellos eligen cómo llevar a cabo su trabajo sin tener una persona externa que los dirija) y multifuncionales (tienen todas las competencias y habilidades necesarias para llevar a cabo el trabajo sin depender de terceras personas).
El Product Owner o Propietario del Producto es el responsable de maximizar el valor del producto. Es la única persona responsable de gestionar el Product backlog, definiendo su contenido y priorización. El Product Owner define el ¿qué?
Development Team o Equipo de Desarrollo se compone de los profesionales que realizan el trabajo a entregar (incremento de producto) al final de cada sprint. Estos organizan y gestionan su propio trabajo y, por lo general, lo integran entre tres y nueve miembros. El Development Team define el ¿cómo?.
Scrum Master es el que facilita el Scrum Process y el responsable en asegurar que se entienda y se adopte Scrum. Se asegura de que el equipo tenga todo lo necesario para alcanzar su meta. El Scrum Master define el proceso.
Product Backlog o lista ordenada por el Product Owner de todo lo que podría ser necesario en el producto. Esta lista nunca está completa, debido a que los requisitos van cambiando. A medida que se obtiene retroalimentación del incremento de producto la lista es más larga y exhaustiva. Los elementos de orden más alto son más claros y detallados. Cuanto más abajo en el orden menor es el detalle.
Sprint Backlog es el conjunto de elementos del Product Backlog seleccionados por el Development Team para el sprint.
Sprint Planning. La planificación del sprint responde a las siguientes preguntas:
Daily Standup implica el seguimiento diario de una duración máxima de 15 minutos sobre la evolución del Development Team. Esta reunión está organizada por el propio Development Team, aunque el Scrum Master puede ayudar a que se sigan los principios Scrum. Se identifican los impedimentos y se asegura que estén resueltos.
Sprint Review. Al final del sprint se realiza una revisión para evaluar el incremento de producto y revisar el Product Backlog. Los asistentes son el Development Team, el Scrum Master, el Product Owner, así como el cliente.
Sprint Retrospective. Esta retrospectiva la realizan el Development Team, el Product Owner y el Scrum Master y da la oportunidad de analizar cómo se ha trabajado en cuanto a personas, relaciones, procesos y herramientas, así como la posibilidad de crear un plan de mejoras para el siguiente sprint. Las preguntas clave son:
Incremental Product. Al finalizar el sprint se consigue que los elementos seleccionados en el Sprint Backlog se muevan de izquierda a derecha (TO DO - DOING - DONE). El producto incremental es la entrega de producto al finalizar un sprint. Cada incremento se integra con todos los incrementos anteriores.
Al fomentar la metodología Agile, las empresas promueven la participación de sus empleados, generando que todos sean parte del negocio.