Entre las varias olas de calor y la canícula este verano en México está llegando a temperaturas muy elevadas históricamente. Con ello llega un término en el ámbito laboral muy importante: Estrés Térmico.
Se le conoce como estrés térmico al estado de malestar, incomodidad o molestia que se produce cuando existe una acumulación excesiva de calor, que puede provocar un bajo rendimiento laboral, además de traer condiciones físicas y mentales graves para el empleado.
Es importante entender que el cuerpo humano está diseñado para trabajar con temperaturas alrededor de los 37 grados. Cuando el cuerpo rebasa esta sensación térmica comienza a haber cansancio y en el cerebro se desarrollan una serie de reacciones químicas que están relacionados con el mal estado de ánimo, como: irritabilidad, agresividad, apatía e impulsividad, sin mencionar la baja productividad en sus actividades.
Hay que recalcar que los más afectados son los trabajadores que tienen que estar en la intemperie o bien desarrollan sus actividades fuera de la oficina, haciendo traslados importantes.
Algunas de las medidas que puedes poner en marcha para evitar el estrés térmico y que tus empleados no sufran los estragos de las altas temperaturas sería:
Con esta información, es importante que la empresa se asegure que las instalaciones en las oficinas sean las más cómodas posibles para todos y así evitar que tus empleados sufran estrés térmico. Pero, por otro lado, también es probable que tus clientes no acudan a ti por falta de infraestructura, generando así no solo una disminución de productividad sino una baja importante en tus ventas.
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