INICIAR SESIÓN
La pandemia trajo un terremoto de cambios en la vida laboral en prácticamente todos los sectores. Uno de ellos, ha sido la implementación masiva del trabajo remoto o teletrabajo, o bien, modalidades híbridas con este componente.
Así, aunque para estas fechas el espíritu navideño normalmente estaría ya reinando incluso en los ambientes laborales, es normal que los responsables de las empresas se pregunten ahora mismo sobre la conveniencia o no de las tradicionales fiestas decembrinas empresariales o posadas laborales y la celebración misma.
Celebrar o no: y por qué
Estas fechas representan en la psique general un sello, un cierre, el fin de un ciclo. Y los finales, deben celebrarse. Y especialmente, a nivel laboral, si fue un ciclo intenso o retador; incluso, el cierre de año es en sí un éxito por el simple hecho de haber llegado a él como organización.
Más aún en tiempos de crisis sanitarias y de todo tipo, en medio de las cuales muchos trabajadores tuvieron que hacer esfuerzos extras para cumplir con sus labores, e incluso tomar riesgos.
En ese contexto, ya sea con una celebración con obsequios o con otro tipo de acciones, los colaboradores de las empresas aprecian qué tanto son valorados en las mismas. Sentirse reconocidos e importantes dentro de la empresa, es un deseo general entre los empleados. Y más aún, si la empresa va bien, deben sentirse partícipes de ese éxito.
Otro efecto de esto es que los empleados se sentirán más comprometidos con el éxito de empresas en las que se sienten valorados, apreciados y recompensados, y su sentido de pertenencia se elevará sin duda.
Por otro lado, las celebraciones con los compañeros de trabajo también son un momento de cierre más personal, momentos de integración, de convivencia trascendente, de entendimiento en otro tipo de ambiente, que favorece las relaciones humanas dentro de las organizaciones y ayuda a reforzar la cultura de la compañía. Incluso, para muchos trabajadores, es un momento para hacer networking.
Sin embargo, claro: pandemia y con ella, la obligación de la distancia social. Entonces, ¿qué podemos hacer?
No todo está perdido, aun podemos generar experiencias gratas e inolvidables para los trabajadores en estas fechas.
Aquí te presentamos algunas opciones:
Regalo físico-digital
Una opción ideal si la tuya es una empresa pequeña con recursos limitados, regalar un mensaje en el que puedes agregar algo físico también, como, por ejemplo: un vino, una giftcard, una canasta navideña, etc., acompañados de una tarjeta física o virtual, que puede también contar con un código QR para incluir ahí mismo el regalo, o bien, de un video con los líderes de la empresa (dueños, gerentes, jefes), saludando y enviando buenos deseos a su equipo. Esta última seguramente es una opción más cálida y más efectiva para llegar al corazón de las personas con sinceridad.
En cuanto al regalo, lo mejor es que sea lo más personalizado posible, pero si no tienes muchas bases para elegir algo que les encante a todos, recuerda que una tarjeta de regalo o un vale que pueda ser utilizado en tiendas físicas y en las plataformas de comercio electrónico, les da la máxima libertad de elección en cuanto a su uso.
Regala una experiencia única: brinda con ellos a distancia
Para empresas medianas con más trabajadores, una excelente opción es enviarles una tabla de quesos o una tabla de cocktail y/o un vino o una botella pequeña de otro trago para acompañar la tabla, y para compartir desde sus propias ubicaciones en una reunión remota por video llamada.
En dicha reunión pueden organizar actividades y ofrecer premios sorpresas. Por ejemplo: “el primero que vaya a la cocina y regrese con un sartén, gana un termo”, o dinámicas por el estilo.
El cronograma digital
Si se trata de una empresa grande con muchos trabajadores, es importante primero segmentar a los trabajadores para poder celebrar actividades distintas y para todos los gustos.
Se puede empezar por los hijos de los trabajadores, por ejemplo, con actividades infantiles en un canal privado de YouTube. Luego, los trabajadores de mayor edad, a quienes se les podría ofrecer, por ejemplo, una clase o taller virtual para tejer, cocinar, hacer un huerto, o cualquier otra actividad popular, enviando a sus hogares los materiales que necesitan antes de tomar dicho curso o clase. Finalmente, para los trabajadores más jóvenes, se puede ofrecer talleres útiles o incluso capacitaciones, por ejemplo: de ergonomía frente a la computadora, certificaciones en liderazgo o manejo de personal, o bien una experiencia como una meditación guiada.
Y ya puestos, si eres una empresa grande y tienes forma de hacerlo, te conviene conocer o sondear cuáles de estas actividades serían mejor recibidas en qué grupos, así irás a la segura con una elección que los colaboradores ciertamente agradecerán y valorarán.
En resumen, no se trata solo de “sustitutos a falta de”, sino que esta es una oportunidad para crear algo diferente, emocionante, divertido. Y no tiene que limitarse a una sola actividad.
Así que ya lo sabes, expresa a tus colaboradores lo importantes que fueron para la organización este año y lo agradecida que la empresa está por su esfuerzo y por saber que cuenta con cada uno de ellos. ¡Es el momento, no pierdas la oportunidad!
