Como bien sabemos, el capital humano es el factor más importante para que una organización logre conseguir sus metas. Los seres humanos somos sociables por naturaleza, es por ello que formar equipos no solamente es necesario para trabajar de manera más efectiva, sino que forma parte de nuestra vida.
Al momento de construir un equipo de trabajo, se debe realizar la selección de los miembros de manera cautelosa para asegurarnos de que nuestros colaboradores representen una verdadera ayuda al momento de intentar conseguir nuestros objetivos. Es por eso que compartiremos algunas de los aspectos que se deben de tomar en cuenta al momento de formar nuestro equipo.
Aptitudes. Dependiendo de la índole del proyecto, siempre se tomarán en cuenta (como el principal aspecto) las habilidades con las que cuenta el prospecto y saber si está calificado para realizar las posibles actividades que se le asignen dentro del grupo.
Actitudes. Un equipo puede tenerlo todo, talento, preparación y recursos, pero algo primordial es la química y la disposición que tengan por colaborar y convivir con el resto de sus compañeros, si no existe cohesión de grupo, muy probablemente, el proyecto estará destinado al fracaso.
Roles. Sabiendo que el staff, puede ser muy diverso en cuanto a sus labores y sus personalidades, es de vital importancia, definir el rol de cada uno, así como que tan consciente está cada miembro de lo que representa con relación al equipo.
Claridad de Objetivos. Hacemos énfasis en este aspecto ya que en ocasiones, durante alguna de las etapas del proyecto, pareciera que actividades con roles secundarios cobran importancia al generar ciertos obstáculos para el equipo. Los objetivos trazados desde un principio se deben dejar en claro al aspirante, y de esta manera elegir a quien muestre una mejor disposición, interés o habilidad que beneficie al equipo.
Liderazgo. “Liderazgo” y “trabajo en equipo” son dos conceptos que van de la mano, puesto que al pensar en un equipo pensamos que su trabajo y resultados, son en gran medida resultado de quien los dirige, pero al construir un equipo debemos pensar en “colaboradores” y no en “trabajadores”, por eso lo más conveniente, es conformar un grupo donde cada miembro muestre capacidades de liderazgo, de esta manera, se impulsarán unos a otros teniendo un mayor avance gracias a ese “choque amistoso” de ideas y personalidades similares en su ambición, su dinamismo y su compromiso.
Existe una frase muy popular que todos hemos escuchado alguna vez, “hay que ponerse la playera de la empresa”; si bien, para mucha gente estas solo son palabras sin sentido, nosotros creemos que se refiere a un compromiso, a unas ganas de salir adelante y asumirlos objetivos de la organización como propios. Esto se puede lograr cuando el equipo de colaboradores es elegido cuidadosamente, eligiendo personas y profesionales, no solo trabajadores.