En épocas recientes nos hemos acostumbrado a trabajar a un ritmo sumamente acelerado, todo esto obedeciendo a las necesidades de los mercados, clientes, la globalización, etc. Uno de los principales factores y/o herramientas que han causado dicha aceleración, es la tecnología. Al tener mejores herramientas, gadgets y plataformas digitales, nuestra productividad se ha elevado y nos ha empujado a trabajar más y mejor (a veces en cargas forzadas). Operar con ese ritmo constante propicia el estrés o eleva los niveles del mismo, lo que nos lleva a padecer de una condición que algunos autores han acuñado como “tecnoestrés”. Este tipo de estrés es ocasionado por la interacción y uso de la tecnología y nos causa molestias como las de cualquier otro tipo de estrés, por ejemplo, problemas para dormir, cansancio acumulado, falta de concentración, dolor de cabeza, ojos, cuello y hombros o ansiedad; también es uno de los mayores problemas en los ambientes laborales de la actualidad, por eso compartiremos 4 de tips que te ayudarán a combatirla y/o evitarla.
Reducir el uso a lo estrictamente necesario: Debemos evitar el uso de herramientas digitales a menos de que sea de vital importancia, de otra manera, nos sentiríamos saturados y aburridos por el uso repetitivo de las mismas.
Las personas son primero: Priorizar la interacción con otras personas (compañeros, clientes, superiores, etc.) nos permitirá relajarnos un poco más, desahogarnos y quizá enfocar la conversación en algo más allá de lo laboral.
Breaks libres de Tecnología: Tómate un momento para despejarte, camina, estírate, bebe agua, lo que te sirva, pero ¡deja el celular!, ya habrá momento de revisar tus redes sociales después.
Herramientas tradicionales: Utiliza utensilios de oficina para actividades sencillas como recordatorios y apuntes en lugar de usar tu computadora para todo.
Siguiendo estos consejos prácticos dejarás de lado un poco el estrés causado por la tecnología e incluso por algunos otros factores. Recuerda no subestimar el estrés ya que este puede afectar no sólo a tu trabajo, sino a tu salud.
*Este artículo fue creado el 28 de enero del 2020 y actualizado el 15 de diciembre de 2021.