La motivación laboral es un área de estudio que ha mostrado mucha actividad desde inicios del siglo pasado. Existen muchas teorías, desde la clásica “Jerarquía de las Necesidades” de Maslow que todos conocimos en la escuela, hasta las nuevas corrientes impulsadas y difundidas a través del coaching motivacional, lo cierto es que más allá del objeto de estudio, debemos recordar que la motivación laboral se centra en una cosa, el factor humano, prestar atención a éste y sus necesidades, automáticamente se traducirán en un aumento considerable en la productividad y el compromiso del colaborador con su organización.
Para motivar a las personas con las que trabajamos, es primordial tener conciencia de que el dinero, si bien es útil, no es la única forma en la que se puede conseguir el cambio de actitud de nuestro equipo. Basándonos en las personas, podemos identificar que hay otros factores que nos darán los resultados esperados en cuanto a motivación se trata.
El ambiente en el que se llevan a cabo las actividades de la empresa tiene mucho que ver, no hablamos solamente de instalaciones cómodas y acondicionadas con todo lo necesario para cumplir con algunos deberes, nos referimos principalmente a la dinámica del grupo, la convivencia, el acoplamiento tanto a nivel personal como profesional. Si bien, esto no depende completamente de un solo miembro o líder del equipo, es muy útil si desde el momento de reclutar se busca cumplir con cierto perfil que facilite la relación entre lo colegas.
Otro de los agentes motivadores más efectivos, son las compensaciones. Éstas no siempre se presentan monetariamente, pueden existir variantes de acuerdo a el perfil de la persona o el grupo, su situación familiar, necesidades, deseos y otros factores. Por ejemplo, a un colaborador que es padre de familia pueden interesarle beneficios relacionados a la educación o salud de su familia, mientras que a un empleado que se encuentra realizando sus estudios, se inclinaría más por becas, apoyos escolares u horarios flexibles.
El crecimiento profesional también llega a pesar más que lo financiero, el empleado puede sacrificar una cantidad de dinero, si en otro lugar tiene un plan de crecimiento a corto plazo o puede alcanzar un puesto que le parezca atractivo.
La realización personal, cumplir ese sueño que todos tienen en la escuela, “que nos paguen por hacer lo que nos gusta”. Muchos profesionistas se apegan a sus ideales y sacrifican beneficios, salarios más competitivos o puestos de mayor jerarquía, mientras estén realizando actividades que les parezcan placenteras.
Las motivaciones anteriores son algunas de las principales en la mayoría de las organizaciones, pero es necesario tener en claro que éstas pueden cambiar dependiendo de la situación que experimenten tanto el colaborador como los empleadores. La organización debe de mantenerse alerta y trabajar constantemente para mantener a su equipo motivado, ser constantes y no dar por sentado que con un par de compensaciones es suficiente.
*Este artículo fue creado el 28 de enero del 2020 y actualizado el 15 de diciembre de 2021.